¿Qué es el Greenwashing?
Actualmente la sociedad está demandando un
mayor compromiso con el medio ambiente, y muchas personas estamos dispuestas a
pagar más por un producto verde que por
otro que no lo es. Ante esta posición de los consumidores, las compañías se
están preocupando por parecer lo más “verdes y sostenibles posibles”. Pero
algunas veces, desgraciadamente, sólo es un lavado de cara y continúan realizando
las prácticas destructivas de siempre. A este comportamiento se le llama Greenwashing o lavado de cara verde.
¿Por
qué recurren las empresas al Greenwashing?
Las empresas suelen recurrir
al Greenwashing por varias razones, una de ellas es
el señalamiento por parte de la sociedad respecto
de sus malas prácticas, otra es que actualmente, los productos emergidos de
auténticas políticas y programas de responsabilidad social están
encontrando buena respuesta por parte de la comunidad. Es entonces que,
tratando de sacar partido de esta nueva tendencia, algunas marcas simplemente
se maquillan para lucir como environmental friendly sin
serlo necesariamente.
Algunos ejemplos de Greenwashing
Algunos de los ejemplos más
claros de Greenwashing se logran a través de envoltorios
engañosos, etiquetas ecológicas inexistentes o leyendas que en realidad son
falsas pero que en el mercado son muy atractivas como “Eficiencia energética”,
“Producto 100% natural”, “Producto Orgánico” o “Amigables con el medio
ambiente.”
¿Cuáles son las faltas
más comunes del Greenwashing?
1- Los “trade-off”: Por ejemplo, “Eficiencia energética”
en productos electrónicos que contienen materiales peligrosos.
2- La “no prueba”: Por ejemplo, champús que afirman tener
“certificado orgánico”, pero sin certificación verificable.
3- “La vaguedad”: Por ejemplo, productos
que afirman ser 100% naturales cuando muchas sustancias naturales son
peligrosas, como el arsénico y formaldehído.
4- “La irrelevancia”: Por ejemplo, productos que afirman ser
sin CFC, a pesar de que los CFC se prohibieron hace 20 años.
5- El “Fibbing”: Por ejemplo, productos
que falsamente afirman estar certificados por un estándar medio ambiental
reconocido internacionalmente.
6- “El menor de dos males”: Por ejemplo, cigarrillos orgánicos o
pesticidas ambientalmente ecológicos.
7- Las “falsas etiquetas”: Por ejemplo, utilizar palabras o
imágenes para dar la impresión de aprobación de terceros, aunque no exista realmente
tal aprobación. Un ejemplo de esto son las falsas etiquetas.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por compartir tu opinión.